Viaje Internacional Durante la Pandemia. Dos hermanas, dos líneas aéreas Iberia y KLM, dos destinos diferentes en un mismo país: Suiza
Somos dos hermanas, Monique y Colette Albrecht, que recientemente viajamos a Suiza en medio de la pandemia. Ambas somos Colombo-Suizas y ambas expertas diseñadoras de viajes en Andes Tours, una agencia aliada de FROSCH Travel. Aquí les compartimos nuestras observaciones y experiencia de viaje a lo largo del proceso.
Requisitos para Viajar a Suiza desde Colombia:
- Tener un pasaporte europeo, una visa de trabajo o estudio, un permiso de reagrupación familiar.
- Pruebas PCR en mano, documentos de Check Mig, QR de Coronapp, tarjeta de asistencia médica internacional con cobertura para COVID, pases de abordar en los celulares, varios tapabocas N-95 para el viaje, documentación completa.
En el Aeropuerto de Bogotá:
El aeropuerto de Bogotá estaba muy bien organizado. Actualmente sólo se permite el acceso de los viajeros. Se siente uno muy seguro, aunque es extraño el silencio en algunos de los corredores. Han preparado bien al personal y la logística para la pandemia da mucha tranquilidad.
Monique toma el Vuelo de KLM destino a Zúrich con conexión en Ámsterdam
¡KLM presta un servicio impecable! El servicio de KLM fue muy bueno, aunque un poco más limitado para reducir contactos. La tripulación siempre está comprometida en apoyar, informar y facilitar el proceso en esta coyuntura. El aeropuerto de Ámsterdam ofrecía muy pocos vuelos, lo cual hizo que el espacio entre conexiones se tornara muy largo dentro del territorio europeo.
La mayoría de los almacenes en el aeropuerto están cerrados y hay pocos restaurantes abiertos. Hay algunos lugares disponibles donde uno se puede sentar a comer. Por ejemplo, la sala VIP estaba abierta y muy bien surtida.
Antes de aterrizar en Zúrich, Suiza llenamos un formulario de salud, con todos nuestros datos en destino. La línea aérea entrega dicha información directamente a las autoridades suizas.
El silencio, la poca luz en los corredores y el poco personal a la llegada al aeropuerto de Zúrich, nos llamó profundamente la atención.
Colette toma el Vuelo de IBERIA destino a Ginebra con conexión en Madrid
El servicio de IBERIA también fue bueno, aunque limitado para reducir contactos entre la tripulación y los pasajeros. Por ejemplo, la tripulación no tiene permitido tocar el equipaje de manos de los pasajeros. El aeropuerto de Madrid ofrece muy pocos vuelos, aunque con conexiones más frecuentes. El uso del tapabocas era obligatorio, pero hubo un poco de desorden en los puestos de ventas de jamón serrano donde todos olvidan el distanciamiento social. En al aeropuerto de Madrid había muchísimos almacenes cerrados y pocos restaurantes abiertos.
Antes de aterrizar en Ginebra, Suiza se debe llenar el formulario de salud, con todos los datos en destino. La línea aérea lo entrega directamente a las autoridades suizas cuya información se utiliza para podernos contactar y obligarnos a la cuarentena en casa, en caso de que cualquier persona del vuelo salga positiva. A la llegada en Ginebra, también se evidenciaba muy poco personal y mucho silencio.
Monique llega a Champex
Seguimos el viaje hacia el cantón del Valais, hasta Champex, estación de invierno y de verano en los Alpes suizos, donde nos hospedamos en un chalet familiar.
Champex está rodeado de majestuosas montañas con glaciares y nieves perpetuas; es una etapa obligatoria del “Tour del Mont-Blanc” itinerario pedestre de caminos entre valles, picos, montañas y bosques. En Champex hay diferentes opciones para hacer esquí, los senderos están igualmente preparados para quienes quieran sólo caminar, o hacerlo con raquetas. Champex además tiene un lago que se congela durante el invierno creando un espacio adicional para actividades tales como patinaje, esquí de fond, carreras de trineo con perros, etc. En el verano se puede pescar, hacer canotaje y paddle.
Aquí se dice: “Champex un jour, Champex toujours”, lo que quiere decir: Champex un día, Champex toda la vida. Sin lugar a duda, ¡es un lugar que se debe visitar!
Sin embargo, en este momento por la pandemia, los bares, restaurantes, cafés y almacenes están cerrados. Sólo el supermercado, la panadería, y el almacén de deportes están abiertos. Durante el confinamiento los hoteles atienden en sus restaurantes sólo a sus huéspedes.
Colette llega a Lausana
Seguimos viaje en tren – donde el uso del tapabocas es obligatorio y se respeta el distanciamiento y el máximo de pasajeros en cada vagón – hasta llegar a la ciudad de Lausana, ciudad en el borde del lago Leman.
Lausana es la sede central del Comité Olímpico Internacional, como también del Museo Olímpico y del Parque Olímpico. Igualmente, varias organizaciones deportivas tienen sus representaciones en la ciudad. Su ciudad antigua está en la parte alta y tiene calles medievales rodeadas de pequeños negocios y una catedral gótica del siglo XII, lo que hace que caminar sea una maravilla a pesar del frío, el viento o la nieve. Sus museos, su vida cultural, su universidad hacen que Lausana sea una ciudad muy animada fuera de pandemia.
Antes de la navidad, los almacenes estaban abiertos y con control de aforo. En cada local debe hacerse desinfección obligatoria de manos. Pero no existen ni los tapetes para los zapatos, nadie utiliza trajes anti fluidos ni caretas. Usan tapabocas para ingresar a cualquier lugar, pero en la calle no es obligatorio el uso del mismo. Nadie desinfecta ni rosea el mercado o las compras con alcohol u otros productos. Me sorprendió ver que las personas hacían su vida normalmente.
Sin embargo, pasadas las fiestas, tuvieron que cerrar todo nuevamente y la ciudad tomó un aire de silencio y soledad.
Quedaron abiertos los comercios esenciales: droguerías, supermercados.
En la ciudad de Lausana hay únicamente 2 hospitales para hacerse la prueba PCR para el regreso, se debe hacer cita exclusivamente por internet con varios días de antelación. Su costo es sumamente elevado (180 euros) y el resultado se recibe en menos de 24 horas.
Viaje de Regreso a Bogotá
En el viaje de regreso de Ginebra a Bogotá, el aeropuerto de Ginebra se encontraba muy solo, lo cual hizo que el proceso fuera supremamente rápido. Desde el control de equipajes de mano, abordaje y desembarque, todo fue muy organizado. Llegar a Bogotá, donde todo el personal está vestido de astronauta es impresionante porque nos hace volver a la realidad de la pandemia. A pesar de la ansiedad que se genera al realizar un viaje de tantas horas, al final hay una sensación de seguridad ya que se cumplen los protocolos en los aeropuertos, en los aviones, en las inmigraciones, las colas son cortas, los tiempos de espera son reducidos, y en general todo es muy ágil y rápido.